Ir al contenido principal

Ellos tiran





Nos tiran con los titulares de los diarios

Nos tiran

Nos tiran con la deuda

Nos tiran con crisis y más crisis

Nos tiran con mentiras

Nos tiran con el hambre

Nos tiran que el esfuerzo es hoy

Nos tiran con la inmediatez

Nos tiran que la lengua no

Nos tiran que no fueron treinta mil

Nos tiran con respuestas vacías

Nos tiran con libros de autoayuda

Nos tiran con el culto al cuerpo

Nos tiran con el miedo

Nos tiran que el pasado no

Nos tiran que el presente es hoy

Nos tiran 

La derecha nos tira

Nos tiran 

todo el tiempo 

Nos tiran

Ellos tiran

Tiran

Como le tiraron a Federico

Como le tiraron al Che

Como le tiraron a Emiliano

Como le tiraron a Santiago

Como le tiraron a Darío

Como le tiraron 

a los que invisibilizaron

Tiran

Tiran

Todo el tiempo 

tiran

¿ sabe qué?

Que tiren

Nosotros seguiremos recordando

seguiremos gritando 

seguiremos mientras tanto

Mientras tanto

seguiremos

Mientras tanto

Lucha

Mientras tanto

Lucha

Mientras tanto 

Lucha

Mientras tanto,

Nosotros

Mientras tanto

Nosotros.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Las cosas que perdemos en el mar

  Antes de irme de vacaciones soñé con la palabra “anhelo”. El sueño consistía, básicamente, en que me sorprendía la belleza de dicha palabra. Apenas me levanté, fui a buscar su etimología. Su significado es “el deseo intenso de conseguir algo” y proviene del verbo anhelare , que significa “respirar con dificultad, jadear”. La palabra me acompañó durante todas mis vacaciones en la costa atlántica. Este año me separé pocos días antes de viajar, por lo cual decidí irme con mis padres. Hacía mucho tiempo que no compartía vacaciones con ellos. Hace un año que mi padre está obsesionado con correr; encontró en ello un universo que lo convoca, que le da vitalidad. Si yo escribo para existir, mi padre corre para pensar. Los dos llevamos la palabra anhelo sobre el paladar: el deseo de lo sencillo, el deseo de mirar. Mi padre mira más allá de lo que lo rodea. Los primeros días salimos a correr por las calles de arena que rodeaban la casa y, una vez que nuestras piernas se acostumbraron ...

Notas de la ciudad

  Ya nadie se pasea por las tardes evanescentes en las calles inundadas de hollín que emanan los señores ejecutivos frente al Icon Palace Hotel sus bocas pululan pululean los más sádicos y despiadados fluidos sobre los hombros cansados de sus admiradores que caminan con sus zapatos al revés  ya nadie mire el cielo ni por asomo del reloj buscan sus obligaciónes en la saliva arrastrada de estos nabucodonosores sin corbata que patean su espina dorsal y nosotros los que somos de aquí y de allá miramos con espanto y esperamos un paso atrás otro paso atrás y caminamos adelante.

Notas de la ciudad

  Vivimos en el corazón de una ciudad que se resquebraja en la luz oblicua de un sol que solo alumbra al vecino exangüe que mira su propio ombligo ¿Qué sucede con el alma que penan las señoritas con pestañas prestadas o con aquellos muchachos que, sin querer serlo, se funden en el opérculo claro de un pescado? La agonía está a la vuelta de la esquina solo queda esperar que el corazón frío de un transeúnte se escape por la ladera interna de algún vicio olvidado en un rincón.