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Mostrando entradas de enero, 2025

Notas de la ciudad

  Vivimos en el corazón de una ciudad que se resquebraja en la luz oblicua de un sol que solo alumbra al vecino exangüe que mira su propio ombligo ¿Qué sucede con el alma que penan las señoritas con pestañas prestadas o con aquellos muchachos que, sin querer serlo, se funden en el opérculo claro de un pescado? La agonía está a la vuelta de la esquina solo queda esperar que el corazón frío de un transeúnte se escape por la ladera interna de algún vicio olvidado en un rincón.

Las cosas que perdemos en el mar

  Antes de irme de vacaciones soñé con la palabra “anhelo”. El sueño consistía, básicamente, en que me sorprendía la belleza de dicha palabra. Apenas me levanté, fui a buscar su etimología. Su significado es “el deseo intenso de conseguir algo” y proviene del verbo anhelare , que significa “respirar con dificultad, jadear”. La palabra me acompañó durante todas mis vacaciones en la costa atlántica. Este año me separé pocos días antes de viajar, por lo cual decidí irme con mis padres. Hacía mucho tiempo que no compartía vacaciones con ellos. Hace un año que mi padre está obsesionado con correr; encontró en ello un universo que lo convoca, que le da vitalidad. Si yo escribo para existir, mi padre corre para pensar. Los dos llevamos la palabra anhelo sobre el paladar: el deseo de lo sencillo, el deseo de mirar. Mi padre mira más allá de lo que lo rodea. Los primeros días salimos a correr por las calles de arena que rodeaban la casa y, una vez que nuestras piernas se acostumbraron ...