¿Quién es el único que tiene motivos para evadirse, mediante una mentira, de la realidad? El que sufre de ella
Friedrich
Nietzsche
Hoy en día el cristianismo fue reemplazado por las redes sociales,
principalmente Instagram. Su función es hacerse dueño de animales de presa; su
medio es ponerlo enfermo, el debilitamiento es la receta para la doma. Medimos
el amor con “me gusta” la finalidad es sentirse amado. Las redes sociales encuentran una forma de auto dominación. Los sacerdotes son reemplazados por la
neurociencia, utilizan estas redes como los sacerdotes usaban la misa del
Domingo. Pero ahora es un bombardeo constante. Ya no existe la honestidad
intelectual. Dice Nietzsche “la voluntad ya no actúa, ya no mueve.” La doctrina
Instagram aspira a la perfección: mejores cuerpos, los mejores destinos
turísticos, los mejores restaurantes. En Instagram se busca la salvación. ¿Pero
podemos encontrar otro tipo de contenidos que escapen a la auto dominación?
Sigo páginas de cine que me parecen interesantes, siempre encuentro
alguna película que me llame la atención. Hace unos meses vi la sinopsis de una
película que se llamaba “La madre del blues” decía: “Es la adaptación
cinematográfica de una obra de teatro de 1982 de August Wilson. La historia
tiene lugar en los años `20 en un estudio de Chicago. “La madre del blues” hace
referencia a Ma Rainey, una de las primeras artistas del género. El eje del
film pasa por dos tipos de conflictos, por un lado, el que se genera entre ella
y los productores y por el otro la de un joven trompetista llamado Levee y los
otros miembros de la banda.”
Me resultaba interesante ver cómo se vería una obra de teatro sobre
blues adaptada al cine. La película era buena, pasaba todo lo que había leído
en la sinopsis. El conflicto más importante de la trama es cuando el joven
Levee cuenta que los hombres blancos violaron a su madre y colgaron a su
padre. ¿Dónde estaba Dios en ese momento? Se preguntaba Levee. Por otro lado,
el director de la banda y trombonista Cutler defendía la figura de Dios.
Es habitual que el blues esté asociado a una figura religiosa, “El blues no es
religioso y la música religiosa no es Blues” afirma Mark Humphrey. Sin embargo,
muchos de los maestros del blues empezaron su carrera cantando en coros o
interpretando algún instrumento. Y es por medio de la música el intento de
la evangelización afroamericano, Nietzsche dice: “El concepto cristiano de dios-
dios como Dios de los enfermos, Dios como araña, Dios como espíritu-es uno de
los conceptos de Dios más corruptos a que se ha llegado en la tierra.” En algún
punto ambos músicos representan la cultura afroamericana de ese tiempo.
Por otro lado, Ma Rainey no deja que las costumbres sociales de la
época la detengan. Las letras religiosas no tienen lugar en su repertorio. Una
de sus letras llamada “Prove it on me blues”, decía, “Salí anoche con una
multitud de mis amigos, debían de ser mujeres, por que no me gustan los
hombres.”
Ma Rainey no negaba su sufrimiento, no dejó que la debilidad triunfe,
su música era un blues tardío.
Comentarios
Publicar un comentario