Los soñadores viven más de lo que sueñan. Así vivió
toda su vida el canta autor Rafael De La Torre. Su historia es ya de por si
conocida, o solo basta con escribir “Rafael De La Torres” en el buscador.
“Músico cubano radicado en Buenos Aires hace mas de treinta años, compositor,
humorista, creador de la nueva trova cubana junto a Pablo Milanez y Silvio
Rodríguez”. Si uno empieza a hilar mas fina enseguida se encuentra con datos
interesantes, como por ejempl,o que fue Miembro de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba (UNEAC) o que vino a Argentina gracias a Fito Páez que lo
invito a una gira en 1994, pero lo más interesante es que Rafael escribió más
de 200 canciones a mano en cuadernos y nunca las registro, ni siquiera aparecen
en ninguno de sus discos. Pero ¿por qué nunca quiso registrar ninguno de esos
temas o por que nunca gravo un disco con dichas anotaciones? Componer por
componer pareciera ser un crimen en los tiempos que corren, donde todo lo que
se hace es para ganar popularidad en las redes sociales o presumir comidas,
viajes, recitales, cualquier acción que genere la mirada del otro. La actualidad
parece ser del orden de lo que ya está en acto. La espera se agotó diría
Gustavo Cerati. Pero a Rafa o Rafaelito, como le decían sus amigos, no le
interesaba la vorágine de las redes sociales. A Rafa solo le interesaba la
música y dedico su vida a ella. Es interesante pensar la relación de Rafa con
el éxito, pero para esto antes tendríamos que definir qué es lo que entendemos
por éxito, porque se puede tener éxito y no triunfar o triunfar y no tener
éxito, me animaría a decir que rafa pertenece al primer grupo. Siempre fue un
musico que se movía al costado o por detrás de la industria discográfica, ya
sea por elección propia o porque simplemente no vendía. pero a él ¿le hubiese
gustado tener el reconocimiento, por ejemplo, de Ibrahim Ferrer? Nunca lo
sobremos porque era un tema que a rafa no le interesaba o si le interesaba era
en menor medida. A Rafa le encantaba hablar de música era un melómano
empedernido. Cuando no estaba tocando, estaba dando clases y si no se la
rebuscaba para seguir pensando en la historia de la música latina. Tal vez lo
único que le interesaba a Rafa era la relación entre la multiplicidad de
relaciones culturales y lo político, crear una unidad desde la profundidad del
núcleo de la memoria.
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