No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.
Sentí de pronto que tenía que cambiar de vida. Alejarme del mundo. Y me aislé. Me fui de todos, aun de mí…
Hoy es la demencia un estado natural.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
El delirio son instantes. Puede durar toda la vida.
Mi poesía es toda medida.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.
Hay un poema de Fijman que dice "Estamos en el mundo y con los ojos en la noche./
Mi voz es fría y sucia como la piel de los muertos. " Hay algo más allá de la noche que late, hay una voz, una pequeña canción que nos acerca a las cosas, pero solo si estamos dispuestos a escucharla.
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